Red Seguridad 86

red seguridad tercer trimestre 2019 25 administración entrevista comunicadores, psicólogos, soció- logos, etcétera; gente que conozca una cultura específica para saber a qué nos estamos enfrentando. El ciberespacio está dejando de ser un campo sin ley gracias a iniciativas normativa nacionales y supranacionales. Sin embargo, aún es muy complicado poner coto a determinadas acciones, delitos, etc. ¿Cree que algún día se podría conseguir un marco legal que permita establecer reglas para todos en Internet? Esta es una pregunta de muy difícil respuesta. La primera cuestión que hay que plantearse es ¿quiénes son los principales operadores en mate- ria de aplicación jurídica en Internet? Frente a un país de 2.700 millones de habitantes como es Facebook, ¿qué poder tienen los Estados? Además, el sistema de derecho internacional público se basa en un momento histórico en el que Occidente prevalecía sobre el resto; sin embargo, ahora hay otros acto- res estatales que pertenecen a otras culturas. Cada uno es producto de su entorno cultural, y lo que aquí vemos como derechos individuales en otros países los ven como colec- tivos. Por tanto, que haya un sistema internacional es complejo. Imagino que sí habrá una ley inter- nacional para los delitos graves, pero siempre quedarán lagunas. rales muchísimo mejor retribuidas. Estas personas tendrían su habilita- ción en ciberseguridad y una forma- ción avanzada en ciberdefensa. Las empresas que tuvieran que cubrir puestos de ciberseguridad avanza- da, como por ejemplo el de director de Red Team , probablemente opta- rán por un reservista que acredite formación y entrenamiento. ¿Cree que esta reserva de pro- fesionales de la ciberseguridad llegará a hacerse realidad? Si es que nos van a obligar a hacerlo. Comenzamos a hablar de esto en 2015, en un artículo en el CiberElcano [boletín especializado en cibersegu- ridad del Real Instituto Elcano]. Por aquel entonces, hablamos de ello con todos los partidos políticos mayorita- rios y presentamos una propuesta de texto normativo. Después se trató un poco en las comisiones parlamenta- rias que hubo sobre ciberseguridad, pero seguimos a la espera. Muchos países europeos ya han tomado decisiones, siguiendo sus modelos específicos. Tenemos que darnos cuenta de que el talento está en la sociedad civil. Esto no quiere decir que la colaboración público- privada con las empresas se vaya a reducir; significa que existirá una fuerza de gente comprometida que aporta su talento al Estado para hacer frente a situaciones de cri- sis. Hablamos también de juristas, hay una mala conexión entre el tejido empresarial y el formativo, que lleva- mos arrastrando desde hace mucho tiempo. Por eso nuestro mejor talento se marcha a trabajar a otros países. Eso genera una disfuncionalidad, si bien es verdad que aquí tenemos poco perfil empresarial para llevar a cabo ideas respecto a otros países; es algo que no tenemos interiorizado del todo. Usted es uno de los principales impulsores de la llamada ciberre- serva. ¿En qué punto se encuentra esta iniciativa? La Reserva Estratégica de Talento en Materia de Ciberdefensa y Ciberseguridad, que es como se llama realmente, tiene una génesis clara: somos un grupo de expertos que identificamos un problema y tra- tamos de darle soluciones parciales de esta manera. La idea tiene dos objetivos: por un lado, dotar de mayor capacidad a nuestras estructuras de ciberdefen- sa y ciberseguridad, desarrollando un modelo de colaboración entre ambas; y por otro, crear estructuras permanentes de cooperación entre la sociedad civil, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el ámbito de la Defensa. ¿Qué les diría a aquellos profesio- nales que no creen en esta idea o que muestran reticencias, normal- mente motivadas por la falta de una remuneración? Se ha generado un estado de opi- nión público en el que solo se ve esa parte; sin embargo, nos han llegado miles de mensajes privados de per- sonas que querrían ser ciberreservis- tas. Gente que no desea significarse, pero que querría participar en esto. Por otro lado están quienes quie- ren una recompensa. Nadie dice lo contrario, participar en esta idea se retribuiría y se recompensaría. Hay que tener en cuenta que, en la socie- dad en la que vivimos, muchas veces una recompensa vale más que una retribución; por ejemplo, mediante cursos muy avanzados a los que no se tendría acceso de ninguna otra forma, que abren opciones labo-

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