Red Seguridad 098

red seguridad tercer trimestre 2022 41 opinión Pero a lo largo del tiempo, la seguri- dad privada ha representado un elemen- to indispensable para la sociedad. Sobre todo en el entorno empresarial, este elemento tiene mucho protagonismo, ya que permite resguardar el recurso mate- rial y humano que forma parte de cual- quier compañía. Es por esta razón que dejar esta responsabilidad en manos de profesionales ha resultado fundamental. La cantidad de información y los dis- positivos que la soportan están aumen- tando constantemente en cada sector de la vida cotidiana. Es el Internet de las Cosas, lo que llamamos la inclusión de miles de millones de máquinas, comen- zando con tabletas, teléfonos inteligen- tes, cajeros automáticos, instalaciones de seguridad, CCTV, sistemas de contro- les de acceso, etc. En definitiva, la ciberseguridad es im- prescindible para que progrese la trans- formación digital. De ahí la necesidad de una Ley de Ciberseguridad Privada donde el ciudadano tenga a disposición nacional un directorio profesional de empresas, tecnologías y profesionales de ciberseguridad debidamente homo- logados y preparados para ofrecer cual- quier servicio con garantía en el país. De este modo se contribuiría a reforzar los procesos de seguridad nacional y de contrainteligencia, cubriendo la seguri- dad integral y cibercapacidades propias. Es una necesidad a nivel nacional que las personas con niveles gerenciales o directivos, ya sean trabajadores en el área pública o en el sector privado, pue- dan contar con las herramientas y con las metodologías más de vanguardia para hacer frente a la realidad delictiva que hoy enfrentamos. Colaboración También cabe destacar que la colabora- ción público-privada no es privatización; mensaje que a veces no llega de la ma- nera adecuada al conjunto de la ciuda- danía. Hay que recalcar aún más que los servicios públicos lo siguen siendo, inde- pendientemente de cómo sea su forma de gestión. Lo importante es que la titu- laridad es y será pública, indistintamente de que la gestión u operación se realice de forma directa por las administracio- nes públicas o a través de empresas, ya sean públicas, mixtas o privadas. Hoy las organizaciones necesitan se- guridad integral. Pero también es cierto que sin una cultura de la seguridad inte- gral basada en la técnica y en la ciencia será muy difícil avanzar. Cultura En este sentido, es clave la colaboración público-privada. Pero esto no es solo fi- nanciación; también compromiso social de las empresas con el conjunto de la ciudadanía en materia de (ciber)inteligen- cia. Son las compañías las que tienen los mayores avances en I+D+i y, por tanto, la colaboración entre ellas y las administra- ciones es la forma más rápida de hacer llegar las últimas innovaciones al sector público y al conjunto del país en materia de ciberseguridad e inteligencia. Hay que transformar a la Administra- ción para que sea ágil prestando servicio al ciudadano y atendiendo sus necesida- des reales. Y también fomentar e incen- tivar de forma activa una cultura de la ciberseguridad privada a nivel nacional que permita implantar los procedimien- tos y herramientas necesarias para el correcto funcionamiento en conjunto con la seguridad privada. No en vano, la seguridad privada no es un gasto, sino una inversión. Hacer un traje a la medida después de evaluar las necesidades de información de una organización es sinónimo de rentabi- lidad y optimización de los beneficios a corto, medio y largo plazo. Los esce- narios actuales de amenazas, riesgos y oportunidades a los que se enfrenta una organización son complejos y difíciles de abordar desde una perspectiva tradi- cional de seguridad privada. Por lo tan- to, se necesitan soluciones complejas, creativas y efectivas con ciberseguridad. Y los elementos que facilitan dichas so- luciones son las personas, la inteligen- cia, la ciberseguridad y la colaboración público-privada. Un ciberespacio seguro es posiblemente el mayor desafío al que se enfrentan todas las organizaciones y países desde el punto de vista de la se- guridad. Por consiguiente, los riesgos y amenazas que se ciernen en él requie- ren una respuesta oportuna, proporcio- nada, eficaz y coordinada que garantice la libre y segura utilización del mismo por el conjunto de la sociedad.

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