Red Seguridad 108

red seguridad primer trimestre 2025 13 organismos De entre todos los dominios operativos (terrestre, marítimo, aéreo y espacial), el quinto pertenece a nuestro ámbito de responsabilidad y ejecución. Sus efectos tienen lugar permanentemente en las redes, en todo lo que nos rodea. Y es que el ciberespacio nunca descansa. En consecuencia, el principal reto que mar- ca la agenda de nuestro Mando Conjun- to del Ciberespacio es la persistencia de la amenaza. Nuestros adversarios utilizan múltiples herramientas de bajo coste para amena- zar a nuestra infraestructura virtual, con la esperanza en muchas ocasiones de alcanzar y afectar de forma sensible el espectro físico de nuestra realidad. Los efectos de un ciberataque se pueden sentir en el sistema sanitario, económico y, en consecuencia, en lo social. Atentan directamente contra las raíces de nues- tra sociedad, contra nuestros valores y derechos; es decir, contra nuestra razón de ser: nuestra democracia. Además, el alcance y los efectos derivados de un ciberataque suelen ser transversales y estructurales; nadie está libre de sus efectos, ni de convertirse en un vector involuntario que extienda una perniciosa infección que convierta a inocentes en promotores del ciberataque. Existen, además, amenazas que pue- den tornarse en una oportunidad. Este es el caso de la inteligencia artificial, que eleva a nuevas cotas las capacida- des de aquellos contendientes que estén abocados a enfrentarse en un escenario de carácter híbrido. La velocidad operati- va, la capacidad de adaptación y las po- sibilidades de penetración en un sistema se multiplican, pero también lo hacen nuestras posibilidades para garantizar el cumplimiento de la misión: proteger la libertad de acción de las Fuerzas Arma- das en el ciberespacio. Adaptación y cooperación Con la aparición de la inteligencia arti- ficial no es la primera vez que se intro- duce un nuevo reto tecnológico en las Fuerzas Armadas ni en la sociedad. Nos podemos remontar al descubrimiento del fuego o del hierro, o a la invención de la máquina de vapor o de la energía atómica; nuestra única oportunidad es adaptarnos, abrazar estas novedades, aprender a utilizarlas y desarrollar su po- tencial en nuestro beneficio. No podemos obviar el cambio de era que tenemos el privilegio de vivir. No so- mos solo personas; somos seres híbridos, parte real y parte digital, unidas e hiperco- nectadas, para lo bueno o lo malo. Este quinto dominio, tan extenso, lleno de oportunidades y amenazador al mis- mo tiempo, alcanza una ratio de expan- sión tal, que solos, aislados, no podemos abarcar el amplísimo rango de peligros que de éste derivan. Por ello, una de nuestras mejores bazas es la coopera- ción y el trabajo conjunto-combinado. Contamos con aliados, tanto nacionales como internacionales, que acaban con- virtiéndose en amigos y socios dispues- tos a compartir información y esfuerzos, bien conscientes de nuestras necesida- des compartidas. Y este camino, el cami- no de la colaboración honesta, además del desarrollo del capital humano, factor clave para garantizar el éxito, es el que nuestro Mando transita cada día. Porque no debemos olvidar algo que es la esencia de nuestra sociedad, de nuestra manera de vivir: las personas. Y cuanta más tecnología aparezca en nuestras vidas, más importante será la relevancia del ser humano. Enrique Pérez de Tena RESPONSABLE DE LA OFICINA DE RELACIONES INSTITUCIONALES DEL MANDO CONJUNTO DEL CIBERESPACIO El quinto dominio y su total vigencia

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