¿Confiarías en la Inteligencia Artificial para preparar tu cena de Navidad?

Brazos mecánicos de una cocina robótica

En los últimos años la Inteligencia Artificial se ha colado en la cocina y ya existen desde recetas IA hasta ‘robots chefs’. Fuente imagen: Moley Robotics.

Gertrudis Bujalance

Estamos ya en la cuenta atrás hacia la fiesta más señalada del calendario occidental. Millones de personas estarán pensando en qué poner para cenar el 24 de diciembre, víspera de Navidad. Por  tradición, es la noche del año en que se cocinan recetas familiares compartidas generación tras generación, preparadas y actualizadas año tras año con esmero. Si hay una ocasión que parece exigir un ‘toque humano’ es esta conmemoración anual que celebra la propia esencia de la civilización cristiana. Pero ya hay quienes se plantean confiar en la Inteligencia Artificial para montar su cena de Navidad.

¿La Inteligencia Artificial es tan ‘humana’ como para cocinar una cena familiar?

Conforme la vida se va acelerando, sobre todo en las ciudades, cada vez parece más difícil comprar ingredientes frescos y hallar las horas necesarias para confeccionar estos elaborados platos navideños. Entre tanto, ya estamos comprando productos y leyendo textos generados mediante Inteligencia Artificial. Y quizá no seamos conscientes, pero es un acto cotidiano el interactuar con la Inteligencia Artificial al buscar un nombre en Google, usar el asistente de voz del móvil, surfear las redes sociales o escribir un correo electrónico con texto predictivo. Pero ¿podríamos confiar en la Inteligencia Artificial para una tarea tan propia de seres humanos como es cocinar una cena familiar cuyos comensales saben exactamente el sabor que esperan?

La Inteligencia Artificial se cuela en la cocina: desde recetas IA hasta robots chefs

En 2018 la Universidad de Stanford (California) usó un algoritmo llamado Forage para crear un menú navideño usando los restos de una cena de Navidad. ¿Y qué es exactamente un algoritmo? Se trata de una serie de instrucciones secuenciales, escritas en código o en lenguaje natural, para realizar una o varias tareas informáticas. Pues bien, el algoritmo Forage de Stanford creó recetas específicas con los ingredientes que se le encomendaron: buñuelos de pavo, tarta de patata y sabayón de pan moreno. En cuanto a las cocinas robóticas y los ‘robots chefs’, la Universidad de Cambridge publicó un estudio en la revista Frontiers in Robotics alegando que las máquinas que guisan no solo existen ya, sino que son capaces de probar los alimentos como el cordon bleu de un restaurante estrellado de la Guía Michelin.