La Policía Federal de EEUU sufre un grave ciberataque de ransomware

Redacción

Un ciberataque de ransomware dirigido contra la Agencia Federal de Policía de Estados Unidos —los conocidos US Marshals, admirados en todo el país— ha afectado a un sistema informático que contenía «información confidencial necesaria para el cumplimiento de la ley». Así lo explica el jefe de la oficina de asuntos públicos del Servicio de Alguaciles, Drew Wade. Este ciberataque de ransomware contra la Policía Federal de EEUU (los ‘Marshals’) ha robado información que pone en riesgo la seguridad nacional.

Grave ciberataque de ransomware contra la Policía Federal

El Servicio de Marshals de EE.UU (USMS), perteneciente al Departamento de Justicia, es responsable de la protección de los jueces, el transporte de presos federales y el funcionamiento del programa federal de protección de testigos. Los archivos vulnerados incluían registros de procesos legales, información administrativa y datos privados identificables de personas en pleno proceso de investigación y también de varios empleados de la agencia. Pero, afortunadamente, los hackers no pudieron violar la base de datos de protección de testigos. A pesar de ello, la información extraída es sensible en gran medida. Existe un alto riesgo de extorsión o de venta a terceros que puedan usarla para atentar contra la seguridad de la población estadounidense afectada.

Descubrimiento del ciberataque de ransomware

Wade también ha indicado que la Policía Federal descubrió el ciberataque de ransomware el pasado 17 de febrero. La brecha se consideró un «incidente grave» que podría usarse contra la seguridad nacional, la política exterior, la economía, la imagen de las instituciones, las libertades civiles y la seguridad del país. Por esta razón se desconectó el sistema vulnerado y el Servicio de Alguaciles contactó con el Departamento de Justicia (DoJ) para comenzar la investigación.

Mientras los agentes encargados del caso rastrean el origen del ciberataque y comienzan una evaluación de los daños, los funcionarios de la agencia buscan limitar el riesgo que supone el robo de información y desarrollan una solución provisional para la seguridad del resto de sus operaciones.