Cerca del 40 por ciento de la población en España utiliza siempre la misma contraseña o alguna de sus variaciones. Este preocupante dato aparece reflejado en el estudio sobre la Seguridad de las contraseñas digitales en España de Panda, a WatchGuard Brand. Un hecho, según el mencionado documento, que «deja literalmente la puerta abierta para que cualquiera pueda meterse en su vida digital al producirse el robo de sus contraseñas».
Pero eso no es todo. Una de cada diez personas encuestadas por la empresa de ciberseguridad, además, utiliza el nombre de un ser querido, las teclas del ordenador ordenadas de izquierda a derecha, la dirección de su casa o su número de teléfono o DNI. Palabras muy fáciles de adivinar tras una breve investigación. Sobre todo teniendo en cuenta que algunas de las organizaciones criminales cuentan con herramientas de Inteligencia Artificial y machine learning capaces de descifrar en milisegundos todas las variaciones de la contraseña de una persona con solo hacerse con una de esas claves.
Por todo ello, es obligatorio establecer contraseñas totalmente seguras para que los ciberdelincuentes no accedan a nuestra vida digital.
Almacenamiento y robo de contraseñas
No obstante, un problema relacionado con disponer de contraseñas seguras es su almacenamiento. Desde Panda Security se afirma que, de las personas preocupadas por sus claves, la mitad utilizan números, letras y símbolos aleatorios. Unas contraseñas que, de no poder memorizarlas, deben ser apuntadas físicamente; nunca en el ordenador, tablet o móvil.
Si un ciberdelincuente accede a alguno de estos dispositivos, una de las primeras acciones que realizará será buscar algún archivo que almacene contraseñas. Y si lo localiza, toda la identidad digital del usuario estará en sus manos.
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