La ciberdelincuencia pone en la diana a las pymes españolas en 2023

Gabriela Bustelo

España es un país con un tejido empresarial formado casi exclusivamente por pymes y micropymes. Las pequeñas y medianas empresas españolas sufren 7 de cada 10 actos de ciberdelincuencia llevados a cabo en nuestro país. Dados estos datos, es imprescindible reforzar en 2023 la cultura de ciberseguridad en el sector corporativo español, tanto privado como público.

Consecuencias de la ciberdelincuencia sobre el sector pyme español

El coste anual medio de la ciberdelincuencia para cada pyme fue de 35.000 euros. Otros daños colaterales son el deterioro de la imagen empresarial e, incluso, el cierre de la empresa. No en vano 6 de cada 10 pymes ciberatacadas se vieron obligadas a suspender su actividad en un plazo de medio año. Así lo confirma el estudio «Panorama actual de la ciberseguridad en España: retos y oportunidades para el sector público y privado» de Google.

El año 2023 se prevé como una consolidación de la actividad criminal de las ciberbandas activas durante el año previo, con el trasfondo de la guerra de Rusia-Ucrania y la delincuencia digital procedente del entorno del Kremlin. En especial se alerta sobre el uso del ransomware contra organismos institucionales y privados. Es esperable que afecte a infraestructuras esenciales y servicios básicos como, por ejemplo, hospitales. En España tenemos reciente el ciberataque contra el Hospital Clínic, entidad pública que no pagó el rescate exigido, pero ha tardado semanas en recuperar su funcionamiento normal.

¿Cómo pueden protegerse las pymes de los ciberataques previstos para 2023?

Nadie discute a estas alturas que la ciberseguridad es imprescindible para toda pyme española que aspire a proteger su información. El directivo que se precie ha de saber cuáles son los riesgos digitales que amenazan a su compañía y por qué invertir en ciberseguridad es no solo urgente, sino económicamente provechoso a medio plazo. El gasto en esta estrategia defensiva es muy inferior al perjuicio infligido por uno de esos ciberataques cada vez más frecuentes.

El Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) advierte que un organismo público o privado nunca puede considerarse cien por cien libre de amenazas digitales. Pero asegura que el ciberseguro o seguro cibernético va a acabar formando parte de nuestras vidas, del mismo modo que hoy firmamos una póliza de manera casi inmediata al comprar un coche o una casa. Los ciberataques de tipo phishing, ransomware y malware son en la actualidad los más peligrosos y más comunes. En un principio, lo que ofrece el ciberseguro o seguro de ciberriesgo es una cobertura reactiva, que interviene en un contexto de hecho consumado, tras ocurrir el ciberataque. Pero un número creciente de seguros cibernéticos ofrece una logística de prevención, incluyendo un programa de comunicación que instruya a los trabajadores sobre las ventajas y los inconvenientes de la digitalización.