¿Qué es el ciberespionaje y qué papel juega en las relaciones entre estados?

Ciberataques en infraestructuras críticas.
Por Redacción

El espionaje, como cualquiera sabe, es una técnica tan tradicional como efectiva que sirve para recabar información sensible sobre alguien o algo, a menudo, con fines mal intencionados. En el inagotable mundo de la tecnología y las redes, este fenómeno se conoce como ciberespionaje, y ha revolucionado toda aquella materia con la que ha hecho contacto; desde el uso más convencional de internet, hasta su impacto en las relaciones entre países y sus gobiernos..

Los imparables avances tecnológicos son hoy un arma de doble filo, pues de la mano de las mejoras de seguridad y uso de los dispositivos, crecen las ciberamenazas y métodos de ataque digital. Desde hace ya décadas, el ciberespionaje acostumbra a agitar el mundo con sonados sucesos que no causan indiferencia. En el ámbito nacional, véase el reciente caso Pegasus, y fuera de nuestras fronteras, la frenética ciberguerra en torno a la invasión rusa de Ucrania.

El ciberespionaje en los conflictos

Tanto ha avanzado el mundo del ciberespionaje y tal es el efecto que causa, que incluso se contradice a sí mismo. ¿Cómo una materia cuya razón de ser es el secretismo puede hacer tanto ruido? En este ámbito, los países más potentes son Estados Unidos, Rusia, y un nuevo jugador: China, que durante los últimos años ha aumentando la inversión de tiempo y recursos en esta disciplina. Tanto es así, que estos días vivimos una ‘calma tensa’ mientras vemos cómo Estados Unidos se dedica a derribar «objetos voladores no identificados» de cuya existencia culpan al país asiático y a sus labores de espionaje.

Visto el contexto, adentrémonos en la materia tecnológica. Las labores de ciberespionaje recaen sobre esas personas sin rostro que habitan detrás de las pantallas y que conocemos como hackers. La constante metamorfosis del sector de la tecnología disruptiva crea un buen caldo de cultivo para quienes se dedican a hacer el mal. A menudo, lo que buscan estos cambios tecnológicos es la protección digital, tanto de los dispositivos como de las redes. Sin embargo, nace aquí una nueva contrariedad, pues es durante el proceso de desarrollo e implementación de las mejoras cuando, en multitud de ocasiones, surgen brechas de seguridad que los ciberdelincuentes no pasan por alto.

Herramientas del espionaje digital

La guerra no conoce límites y la lista de herramientas que los estados utilizan para ciberespiar a sus objetivos no es corta. Sin embargo, un buen número de estas técnicas coincide con las que cualquiera pueda conocer e, incluso, haber visto en su propio ordenador:

  • Ataque de denegación de servicio (DoS). Su principal labor es interrumpir el funcionamiento de los sistemas de comunicación de la red a la que va dirigido. Su mayor fortaleza es, precisamente, la capacidad de activarse con pocos recursos para atacar con firmeza a las víctimas poderosas.
  • Malware. Una vez más, volvemos al viejo caballo de Troya. Los virus conocidos como ‘troyanos’ o ‘gusanos’ son un clásico que, una vez instalados en el ordenador, obstruyen su operatividad y permiten la recopilación secreta de datos.
  • Ataques IP. Este método de ataque crea una dirección de IP ficticia que suplanta a la original para que la víctima opere en ella. De tal manera, cualquier información que quede plasmada en esa IP pasará a manos de aquel que la ha creado.

En definitiva, el ciberespionaje es una rama de la ciberinteligencia. Si algo tiene la tecnología, es la capacidad de transformarlo todo al gusto y encontrar siempre la manera de dar una vuelta más de tuerca a cualquier situación. Por eso, es hoy una realidad que está marcando la diferencia, y lo más probable es que llegué un día en el que no haya vuelta atrás, si no ha llegado ya.

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