"El reto de BeDisruptive es demostrar que la ciberseguridad es un factor de crecimiento"

¿Cuáles son sus motivaciones para sumarse al proyecto de BeDisruptive, primero como asesor y miembro del board y ahora como director general?

Para mí supone una evolución. Después de mi última etapa, en Accenture, mi primer reto ha sido volver a emprender con Cybertix y, en paralelo, conocer BeDisruptive. Han sido tres meses intensos asesorando a esta última, tras los cuales acepté la propuesta de llevar la dirección general con la misión de hacer el plan de transformación de la compañía, dar el siguiente impulso, reforzar aquellas posiciones necesarias, reestructurar las que no están alineadas con el concepto de futuro y, sobre todo, crear un equipo. En definitiva, me implico directamente en la construcción de la segunda etapa del proyecto de BeDisruptive.

En este proyecto hay tres claves. Una son las personas, otra los valores y, en tercer lugar, la generosidad. En la dirección de BeDisruptive he encontrado estos valores y, sobre todo, una puerta abierta a construir el futuro. Como soy de los que creen que la única manera de construir un mundo seguro es a través de un concepto colaborativo, mi objetivo es contribuir a llevar a la compañía hacia su objetivo fundamental, que no es otro que ser un líder natural que haga de la ciberseguridad un elemento diferencial, pero, sobre todo, que lo haga de una forma diferente.

¿Cuáles van a ser sus objetivos primordiales como director general de esta compañía?

La clave será consolidar un modelo de organización alineado con los retos diferenciales de los que hablaba. Uno de los objetivos es definir unos servicios que ayuden a los clientes a través de conceptos como la simplificación, automatización o partnership. No queremos ser alguien que puntualmente solucione problemas, sino ayudar a los clientes de verdad, para que sean capaces de anticiparse a cualquier incidente. El gran objetivo de esta empresa se llama cliente.

Por otro lado, es la primera vez que encuentro un proyecto que nace en un mercado ya maduro y lo primero que hace es construir su base mediante personas con experiencia, creando las infraestructuras y los servicios adecuados, con el objetivo fundamental de ser competitivo. Durante el proceso de definición del proyecto se ha hecho un trabajo excelente y ahora lo que necesita BeDisruptive es un proceso de aceleración. Falta demostrar su capacidad para ganarse la confianza de los clientes y aplicar un modelo de crecimiento que le permita ser, de aquí a unos años, una compañía capaz de facturar 200 millones de euros. Uno de los retos principales de esta empresa es demostrar de verdad que la seguridad es un factor de crecimiento.

«Buscamos que nuestro valor no solo esté en el diseño de las soluciones, sino también en el modelo de anticipación a los incidentes»

¿En qué modelo van a basar la estrategia de BeDisruptive para crecer en los próximos años hasta alcanzar las cifras que comenta?

Somos ambiciosos y queremos llegar a esos 200 millones de euros en unos años. Hay que pensar que BeDisruptive no solo tiene presencia en España, pues aquí es muy difícil llegar a esas cifras sin adquisiciones, sino que también está bien posicionada en Italia y ha hecho una apuesta por Centroamérica y Estados Unidos, mercados todos ellos donde tenemos ya proyectos estratégicos. En ese sentido, trabajamos mucho en el modelo de colaboración, es decir, ser una parte colaborativa en grandes proyectos de transformación.

Tenemos para ello un centro de operaciones en Roma, otro en Madrid, vamos a tener otro en Milán, Panamá y queremos tener otro en Estados Unidos. Pero esta es una empresa para la que, además de esas ambiciones de facturación, lo importante es ser un referente en la generación de un equipo y de una cultura.

No obstante, ¿prevén que ese crecimiento tenga una base orgánica o veremos adquisiciones?

Nuestro crecimiento será orgánico e inorgánico. De hecho, hemos explorado algunas compañías, sobre todo a nivel internacional, pero trabajamos en esto sin perder la cabeza. Lo que buscamos son compañías que se basen en las personas, que cuenten con equipos que tengan elementos diferenciales, porque nuestra intención es dar un paso más allá de lo que ya existe en el mercado. Buscamos que el valor diferencial no solo esté en el diseño de las soluciones, sino también en el modelo de anticipación ante cualquier tipo de incidente.

En el sector de la ciberseguridad hablamos mucho de automatización, de simplificar, etcétera, pero tenemos un ecosistema que realmente funciona de manera típica. La presión de los vendedores está muchas veces por delante de la capacidad de escucha entre la oferta y la demanda. Y además no tenemos estrategias a largo plazo que nos permitan evaluar de verdad si las tecnologías que estamos implementando con un modelo de servicios serán escalables en el futuro. Si yo fuera hoy un empresario con un negocio en marcha que ha ido creciendo, me pondría en manos de empresas como la nuestra para entender cómo hacer las cosas más sencillas, más eficientes, más baratas y más escalables.

Nos gustaría que esto sea un modelo de colaboración. Uno de los retos a corto plazo es cerrar colaboraciones con empresas de nicho que tengan un valor adicional en cosas que nosotros no hacemos pero son importantes para los clientes. Si mediante el conocimiento mutuo conseguimos consolidar compañías y crear un modelo que nos creamos todos, yo personalmente seré muy feliz.