Comandante del Mando Conjunto del Ciberespacio (MCCE).
General de División Rafael García Hernández Comandante Mando Conjunto del Ciberespacio (MCCE)

El sistema de combate en el ciberespacio

ciberdefensa

A comienzos del siglo XXI, la seguridad de las tecnologías de la información incrementó su prioridad dentro del Ministerio de Defensa, pero se consideró la necesidad de ir más allá, potenciando la ciberdefensa con una organización capaz de realizar las acciones necesarias requeridas en el ciberespacio. Así, en 2013, se creó el Mando Conjunto de Ciberdefensa, centrado en las capacidades de defensa, explotación y ataque. Posteriormente, en 2020, evolucionó al Mando Conjunto del Ciberespacio (MCCE), integrando todas las capacidades necesarias para ser responsable de la dirección, la coordinación, el control y la ejecución de las acciones conducentes a asegurar la libertad de acción de las Fuerzas Armadas en el ámbito ciberespacial.

Sin embargo, para alcanzar este objetivo es necesario contar con una herramienta que permita el planeamiento, dirección, coordinación, control y ejecución de las operaciones militares en el ciberespacio relacionadas con las capacidades de mando y control y apoyo, además de las mencionadas anteriormente: el Sistema de Combate en el Ciberespacio (SCOMCE).

Ciberespacio: ¿Qué es la ciberdefensa?

La naturaleza del ciberespacio (el quinto ámbito de las operaciones militares), su transversalidad respecto al resto de dominios, la rápida evolución de tecnologías aplicables a la ciberdefensa y los objetivos a cumplir implican que el SCOMCE tendrá unas características específicas. Será un sistema vivo en permanente evolución, escalable en capacidades y alcance (obteniéndolas secuencialmente conforme a las necesidades operativas), acreditable para manejar información clasificada y distribuido en diferentes niveles.

Sistema integrador

Será también un sistema integrador en un doble sentido: ascendente, para asegurar la contribución de la ciberdefensa al resto de capacidades del Estado; y descendente, para permitir que las capacidades de ciberdefensa específicas de los ejércitos y otros ámbitos se integren sinérgicamente en él de forma conjunta.

El sistema se regirá por el principio de dirección centralizada y ejecución descentralizada. Asimismo, proporcionará la capacidad de actuar en el ciberespacio de forma interoperable, tanto a nivel nacional como en sistemas desplegables fuera de territorio nacional. Con ello se garantiza la traslación del principio de unidad de acción desde el nivel estratégico al táctico, dado que este ámbito obliga al despliegue distribuido de capacidades.

Además, se habilitará al SCOMCE como plataforma para potenciar la unidad de doctrina y procedimientos, la interoperabilidad de medios de ciberdefensa y la instrucción y adiestramiento conjuntos.

Su diseño, desarrollo y operación supone un gran reto para el MCCE y las empresas españolas que nos acompañarán en su desarrollo. No obstante, el esfuerzo a realizar es necesario, ya que este sistema será la clave para poder alcanzar las capacidades de ciberdefensa y ejecutar operaciones militares en el ciberespacio, vitales para las Fuerzas Armadas.