El próximo atentado terrorista tipo 11-S podría ser un ciberataque de un avión trasatlántico cargado de pasajeros, según nos alertan los versados en la materia. En estos últimos años, varios equipos de ciberexpertos están demostrando lo vulnerable que puede ser un avión en pleno vuelo.
El ciberataque de un avión es una posibilidad real
¿Es cierto que se puede ‘hackear’ un avión? Una serie de empresas de seguridad digital están contratando últimamente los servicios de ciberexpertos que aseguran ser capaces de interferir digitalmente un avión comercial. Pero esto no es nuevo. Hace diez años ya que el hacker ético leonés Rubén Santamarta dejó atónito al sector de la ciberseguridad. Explicó públicamente cómo manipular el sistema interno de entretenimiento audiovisual de un vuelo comercial Madrid-Dubái para interferir la megafonía, apagar todas las luces internas del avión o robar los números de las tarjetas de crédito de los pasajeros que habían comprado a bordo.
Cuando Chris Roberts tuiteó en directo su ciberataque de un avión
En la misma línea de argumentación que Santamarta, en 2015 el hacker estadounidense Chris Roberts aseguró ser capaz de manipular el sistema de entretenimiento de veinte vuelos comerciales distintos, logrando que las aeronaves ascendieran y se movieran hacia los lados. La aventura de Roberts, en aquel entonces empleado de la empresa de ciberinteligencia OWL, tuvo la particularidad de que uno de los casos sucedió en vivo a bordo de un vuelo de United Airlines. El perpetrador lo llevó a cabo desde un ordenador portátil y lo iba contando en directo desde su propia cuenta de Twitter. Alegó haberlo hecho por pura diversión, pero fue detenido por el FBI al descender del avión en Nueva York.
¿Fue hackeado el vuelo 370 de Malaysia Airlines?
Según el New York Times el vuelo 370 de Malaysia Airlines, desaparecido el 8 de marzo de 2014, pudo desviarse de su trayectoria con un programa remoto controlado desde un ordenador. Esta teoría nunca se confirmó, ni tampoco se llegó a aclarar lo sucedido con ese vuelo, que hace nueve años partió de Kuala Lumpur con destino a Beijing y desapareció de la faz de la Tierra con 239 personas a bordo.
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