Ciberseguridad: ¿Sirve para algo el control parental?

recomendaciones para proteger a los niños de los riesgos de Internet
Redacción

La relación entre la adolescencia y la tecnología se inicia a una edad cada vez más temprana. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) un 25% de los niños españoles obtiene su primer teléfono móvil con diez años. Este porcentaje sube hasta el 70% cuando ampliamos el rango de edad hasta los 15 años. Adentrarse en el mundo de internet trae consigo una serie de riesgos y amenazas reales, que requieren un control parental a fin de evitar problemas que pueden ser graves, tanto para las familias como para los jóvenes.

A menudo, un niño pide un teléfono móvil para hablar con sus amigos y participar en los juegos online que están de moda. También a menudo, los ciberdelincuentes fijan como objetivos de sus ataques a los más pequeños. Palabras como phubbing (adicción al teléfono móvil), grooming (ciberacoso) o nomofobia (miedo a no tener cerca el móvil) , que hasta hace poco ni siquiera existían en España, comienzan a aparecer con frecuencia en medios de comunicación.

El control parental como medida frente a las amenazas

Al tratarse de menores de edad, la responsabilidad sobre la ciberseguridad de estos jóvenes usuarios recae sobre los padres. La medida de protección básica es el control parental. Mediante este, los padres pueden ejercer un control total sobre el uso que sus hijos hacen del teléfono móvil. Fundamentalmente, el control parental permite monitorizar la actividad online del adolescente, comprobando que páginas web y que contenidos frecuentan desde su smartphone. Una de las metas es limitar el tiempo de uso de pantalla, para evitar las adicciones.

Las facilidades que otorga un teléfono móvil, en cuanto a velocidad de uso e innovación constante, son el caldo de cultivo perfecto para que las adicciones florezcan entre los usuarios. La dependencia al teléfono móvil está cada vez más extendida. Un primer paso para evitarlo en futuras generaciones es limitar el uso de las tecnologías entre los más jóvenes.

Estos son algunos datos sobre los menores de edad y la tecnología en España:

  • El uso de internet es habitual en el 98% de los niños de entre 10 y 15 años, según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), .
  • Un 37% de los niños de entre 12 y 17 años dedica más de 6 horas al día al teléfono móvil, según un estudio realizado por Cáritas.
  • Uno de cada cinco niños están en riesgo real de convertirse en adictos al teléfono móvil en España, advierte la ONG Protégelos.

Estos datos nos guían hacia conclusiones graves. Verlos hace que nos preguntemos si el control parental sirve para algo. La respuesta es . La supervisión y el conocimiento que ofrece el control parental son escudos que protegen a los más pequeños de los ciberdelincuentes, sin embargo, su protección no es total. Hay más maneras de defender a las generaciones jóvenes de la ciberdelincuencia. Empezando por retrasar la aparición de un primer móvil en sus vidas, la educación digital y concienciación sobre la gravedad de los riesgos de internet. Todos ellos son factores primordiales que no pueden pasar desapercibidos.

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