¿Cuáles son las principales tendencias de ciberseguridad para 2024?

Ciberseguridad tendencias 2024
Redacción

La inteligencia artificial (IA) se consolidará como un elemento vital para las empresas, incluyendo las pymes, debido a la inminente entrada en vigor de la primera Ley de IA de la Unión Europea. En este contexto, las compañías tendrán que adaptar sus procesos e incluso sus tecnologías para cumplir la legislación. No obstante, a medida que las organizaciones aprovechan la IA, los ciberdelincuentes también intensificarán sus esfuerzos, generando ciberataques cada vez más sofisticados.

Esta es la principal tendencia en ciberseguridad para 2024 que prevé ISACA, que también ha resaltado como las nuevas tecnologías, como la deepfake, se volverán más complejas y requerirán de una defensa más sólida para frenarlas. En este sentido, Chris Dimitriadis, Chief Global Strategist Officer de ISACA, ha destacado «la necesidad de prevención y previsión ante las amenazas que avanzan casi al mismo ritmo que la tecnología».

Además, ante el aumento de amenazas y la creciente digitalización, las empresas adoptarán cada vez más un enfoque de confianza cero, con el objetivo de protegerse frente a accesos no autorizados. La ciberseguridad se mantiene como una prioridad estratégica, y la implementación de métodos adaptables es esencial para evitar cambios drásticos en el futuro.

Ciberseguridad en 2024 al más alto nivel

Asimismo, ISACA prevé que las cuestiones de ciberseguridad en 2024 se discutirán a alto nivel en las empresas. Incidentes de alto impacto afectarán a sectores específicos y la creciente familiaridad de los líderes con la tecnología será clave y necesaria para abordar los riesgos en los ecosistemas digitales.

Por último, la formación de profesionales en ciberseguridad en 2024 se volverá imperativa para enfrentar nuevas amenazas y aprovechar oportunidades. Por ejemplo, deberán ser capaces de comunicar la importancia de la ciberseguridad en términos que los empleadores puedan entender, con el fin de obtener los recursos y el apoyo necesarios y, por último, establecer procesos y procedimientos de calidad que garanticen la adaptabilidad y los resultados en un entorno cambiante.