Terrorismo digital: España entre 22 países europeos que lo descuidan según la UE

Gabriela Bustelo

La Unión Europea va en serio con el asunto del terrorismo digital. No en vano la Comisión Europea (CE) ha enviado sendas cartas de emplazamiento a una veintena larga de países miembros para apercibirles por incumplir las obligaciones recogidas en el Reglamento sobre la Difusión de Contenidos Terroristas en línea. Uno de los 22 países europeos que, según la UE,  descuidan la vigilancia del terrorismo digital es el nuestro: España.

España entre los países que según la UE descuidan el terrorismo digital

España está en el grupo de países apercibidos por la Comisión Europea. Los otros 21 son: Bélgica, Bulgaria, Chequia, Dinamarca, Estonia, Irlanda, Grecia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Austria, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovenia, Finlandia y Suecia. Los compromisos eludidos incluyen: la obligación de crear una entidad regulatoria de contenidos terroristas, informando a la Comisión de dicha operación. También faltaría la designación de un interlocutor válido y la articulación de una normativa que contemple sanciones para los emisores de contenidos extremistas, que contribuyan a la radicalización o se empleen para el reclutamiento de activistas que pudieran acabar convertidos en terroristas.

Contenidos terroristas en Internet: un grave riesgo para la ciudadanía

Para la UE la existencia no vigilada de contenidos terroristas en Internet pone en riesgo a los casi 450 millones de personas que pueblan los cuatro millones de kilómetros cuadrados de superficie de la Europa actual. En su informe de 2021 sobre la Situación del Terrorismo en la UE, Interpol ya alertaba sobre el incremento de contenidos terroristas en línea dentro del ámbito europeo, tendencia agravada tras la pandemia de coronavirus. En los países que tienen actitudes más laxas, los terroristas se valen de la imparable digitalización global para difundir sus mensajes extremistas. La franja joven de la población europea es uno de sus objetivos, dado que sus mentes tiernas son susceptibles de confundir la radicalización con la rebeldía contra lo establecido y, en última instancia, pasar a integrar las filas de los grupos terroristas